Verdades que incomodan en la comunicación interna

Errores comunes que seguimos cometiendo (aunque no nos guste admitirlo)

A veces, en comunicación interna, hacemos cosas que no funcionan. Y lo sabemos. Pero igual las seguimos haciendo. Porque “siempre se hizo así”, porque “nadie se quejó”, o simplemente porque no hay tiempo para pensar en otra forma.

Esta nota no busca incomodar por incomodar. Pero sí poner en palabras algunas verdades que muchas veces preferimos esquivar. Porque si no las vemos, no las podemos transformar.

1. Comunicar de manera ambigua e incoherente
Decimos una cosa hoy y otra mañana. Cambiamos de tono, de palabras, de mensaje. Y esperamos que el equipo entienda. La coherencia no es un detalle: es lo que sostiene la credibilidad.

2. Hablar sin escuchar
Cuando la organización se limita a emitir mensajes sin generar espacios reales de escucha, la comunicación se convierte en unidireccional. Y eso no construye cultura, distancia.

3. Comunicar sin ritmo
Un comunicado hoy, otro dentro de tres semanas. Nada sostenido, nada planificado. La falta de regularidad desorienta y abre espacio al rumor.

4. Ignorar la comunicación informal
Como si no existiera. Pero existe, y muchas veces es más influyente que la formal. Reconocerla, entender cómo circula y generar espacios donde esa voz también tenga lugar es parte del trabajo.

5. No adaptar los mensajes a cada realidad
No es lo mismo hablarle a quien está en la calle que a quien trabaja detrás de un escritorio. La comunicación efectiva no se copia y pega: se diseña pensando en quién la va a recibir.

6. No contemplar la diversidad
No todos leen igual, ni interpretan igual. No todos tienen el mismo acceso, ni el mismo contexto. La accesibilidad y la inclusión no son opcionales si realmente queremos llegar a todos.

7. Aburrir con siempre lo mismo
Un canal, un formato, una forma. Y después nos preguntamos por qué no leen. La variedad no es solo estética: es una forma de mantener vivo el interés y la participación.

8. No formar a quienes lideran
Los líderes comunican todo el tiempo, con lo que dicen y con lo que hacen. Si no tienen herramientas, si no comprenden su rol como comunicadores, todo lo demás pierde fuerza.

La buena noticia es que todos estos errores tienen solución. Pero primero hay que reconocerlos. Porque nadie transforma lo que no está dispuesto a mirar.En Vita Comunicación & Cultura acompañamos a organizaciones que quieren dejar de repetir fórmulas y empezar a construir una comunicación interna más estratégica, más auténtica y más humana.
Y sí, también nos incomodamos en el camino. Porque de eso se trata aprender.

 

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